El amor y la ciudad

Guardavidas entrenados en derechos humanos
perros adictos a las drogas en las aduanas
que ladran sin ton ni son
corriendo tras un camión
en contramano
pero en una calle, en una autopista
en una cortada, siempre lo hacemos de parado
no existe otra forma
es la costumbre la que pervive
la rebelión siempre estuvo
adentro de tus pantalones
el amor blanco derrochado
el vino blanco derramado
sobre las sábanas en el piso
te hice un pibe
y lo llamé Astroboy de Dios