miércoles, 3 de abril de 2013

Epílogo a las doce fantasías eróticas de gente borracha que ha leído demasiado

No somos héroes, ni siquiera por hoy
somos lo que queda en la heladera
lo que vale un pantalón
bien caros que están, vayamos a Once
a comprarlos por docena
compró dos docenas al final
pero nada era tan grande como el matafuegos
que solía usar
el bombero del lugar
y el perro, el perro del bombero
que también era bombero
el perro tuerto, el protagonista del blues
el culo agusanado de Hitler
es el fetiche de algunos
y el primer amor de tu prima
y quién sabe, tal vez el tuyo
ojalá este pibe hubiera sido un lechazo en el lavatorio.

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